I can’t think. I can’t write. I can’t get myself together. All I can do is sit down at this
keyboard and let the words come. I
have so much I want to do today.
Tomorrow I start work and this is my last day off, but the kids are
here.
So I have to remember
some things.
I have to remember
that one day I will long for the days when they are this age and they still
want to play with me.
I have to remember
how fragile their spirits are and not get too busy. Because no matter how I explain it to them, all they
understand is that I would rather do something else than spend time with them.
I have to remember
what they look like when they’re sleeping.
I have to remember
to keep training them as children so they won’t need as much training as
adults.
I have to remember
they’re not adults yet and they’re even not little adults.
I have to remember
to stay calm.
I have to remember
to laugh more.
I have to remember
to get down at their eye level when talking to or listening to them.
I have to remember
to stop what I’m doing when they are talking to me.
I have to remember
that what I see as little problems are huge to them.
I have to remember
how much physical affection they need.
I have to remember
how I was at this age and that what children want more than anything else is
loving attention from their parents.
I have to remember
what my neighbor said the other day: “You know you’re a good person if kids and
dogs like you.” I’d rather be a
good person than a busy one.
Honestly, I’m
probably not the best father in the world. I react too strongly to their fighting. Loud noises and screaming set me
off. I’m easily distracted. I give in to their demands too
quickly. I don’t provide enough
structure.
I have always
wanted to be a father and I always wanted to adopt, but nothing can prepare you
for this job.
My
kids tell me I’m a great father, even my teenager. And I wonder how they can think this.
Maybe
it’s because I say, “I love you” a lot.
Maybe
it’s because I say, “I’m sorry,” when I’m wrong, which is also a lot.
Maybe
it’s because I listen to them when they correct me.
Maybe
it’s because they know I not only love them, I like them (most of the time).
Maybe
it’s because they know that each one of them started as a special story, a
story that I tell them often.
Maybe
it’s because I see each one of them as unique and special and I can’t wait to
see what they become.
Maybe
it’s because they each have a lot of grace and forgiveness in them.
Maybe
it’s because I just got lucky.
Maybe
because they know that they aren’t a distraction from my purpose; they are part
of my purpose.
The
distraction is never my kids. The
distraction is in thinking my kids are the distraction.
As
long as I remember this, then they can never distract me, but they might be
able to teach me a few things.
No se me ocurre. No puedo escribir.
No puedo conseguir juntos. Todo lo que puedo hacer es sentarme en este teclado
y dejar que las palabras vienen. Tengo tantas cosas que quiero hacer hoy.
Mañana empiezo a trabajar y este es mi último día de descanso, pero los niños
están aquí.
Así que tengo que
recordar algunas cosas.
Tengo que recordar
que un día tiempo para los días en que se esta edad y todavía quieren jugar
conmigo.
Tengo que recordar
lo frágil que sus espíritus son y no demasiado concurrido. Porque no importa
cómo se lo explico a ellos, lo único que entiendo es que prefiero hacer algo
más que pasar tiempo con ellos.
Tengo que
recordar el aspecto que tienen cuando están durmiendo.
Tengo que recordar
que debe mantener su capacitación como los niños para que no se necesita
capacitación tanto como los adultos.
Tengo que recordar
que no son adultos todavía y que ni siquiera son pequeños adultos.
Tengo que recordar
a mantener la calma.
Tengo que recordar
a reír más.
Tengo que recordar
que bajar a nivel de sus ojos al hablar con y escuchar a ellos.
Tengo que recordar
que dejar lo que estoy haciendo cuando están hablando a mí.
Tengo que recordar
que lo que ven como pequeños problemas son enormes para ellos.
Tengo que recordar
lo mucho afecto físico que necesitan.
Tengo que recordar
cómo era yo a esa edad y que lo que los niños quieren más que cualquier otra
cosa es amar a la atención de sus padres.
Tengo que recordar
lo que mi vecino dijo el otro día: "¿Sabes que eres una buena persona si los
niños y los perros como tú." Prefiero ser una buena persona que uno
ocupado.
Honestamente, yo
no soy probablemente el mejor padre del mundo. Reacciono con demasiada fuerza a
su lucha. Los ruidos fuertes y gritos me puso en marcha. Me distrae con facilidad.
Cedo a sus demandas con demasiada rapidez. Yo no proporcionan suficiente
estructura.
Siempre he querido
ser padre y yo siempre quería adoptar, pero nada te puede preparar para este
trabajo.
Mis hijos me dicen
que soy un gran padre, hasta mi adolescencia. Y me pregunto cómo pueden pensar
esto.
Tal vez es porque
yo lo diga, "Te amo" mucho.
Tal vez es porque
yo lo diga, "yo siento", cuando me equivoco, que también es mucho.
Tal vez sea porque
los escucho cuando me corrija.
A lo mejor es
porque saben que no sólo les encanta, me gustan (la mayoría de las veces).
A lo mejor es
porque saben que cada uno de ellos comenzó como una historia especial, una
historia que yo les digo a menudo.
Tal vez es porque
veo cada uno de ellos como único y especial y no puedo esperar a ver lo que se
hacen.
Tal vez sea porque
cada uno tiene un montón de gracia y de perdón en ellas.
Tal vez sea porque yo tuve suerte.
Tal vez porque
saben que ellos no son una distracción de mi propósito, sino que son parte de
mi propósito.
La distracción no
son mis hijos. La distracción es pensar en mis hijos son la distracción.
Mientras yo recuerde esto, entonces nunca me
puede distraer, pero que podría ser capaz de enseñarme algunas cosas.
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